Introducción:
La mala calidad del aire es un antiguo
y persistente problema ambiental y de salud pública asociado con la acelerada
industrialización y la urbanización.
En la Ciudad de México vivimos
actualmente casi 9 millones de personas, transitan casi 4 millones de
vehículos, funcionan fábricas y operan establecimientos que manejan sustancias
peligrosas, estos y algunos otros elementos influyen en la calidad del aire.
Nuestra ciudad, como cualquier
otra esta propensa a sufrir contaminación, pero el que sea una mega ciudad y
una zona totalmente urbana lo hace más factible a este problema.
Las condiciones del aire son
malas, y cada día es peor, esto a su vez nos lleva a estar expuestos a sufrir
enfermedades respiratorias y crónicas, por lo que el número de muertes aumenta,
deteriorando la calidad de vida.
La contaminación del aire es un
grave problema que nos afecta a todos, y de alguna forma también nosotros
influimos en aumentar la contaminación. Las actividades antropogénicas
(aquellas actividades realizadas por el hombre) contribuyen en gran parte a el
aumento de contaminantes en el aire.
Las causas son sencillas, porque
incluso nosotros liberamos dióxido de carbono, pero este problema va más allá,
ya que el humo de fábricas y autos principalmente proporcionan la mayoría de
los contaminantes.
Las consecuencias son devastadoras
porque afecta principalmente nuestra vida y desarrollo. En la Ciudad de México más del 60% de los días, la calidad del aire es
mala.
El D.F. fue una de las ciudades
más contaminadas por los años ochenta, después se vio reflejado un verdadero
cambio en la mentalidad de los mexicanos, pues con proyectos, organizaciones e
incluso programas lograron desaparecer de esa lista; pero hoy en día la
situación ha dado de nuevo un giro y volvemos a ser una de las ciudades más
contaminadas y con las peores condiciones, con una calidad que no es
satisfactoria para el ser humano ya pesar de que se han realizado programas,
los mexicanos no somos verdaderamente conscientes de todo lo que implica esta
situación, porque no solo afecta a los chilangos, sino a todos los mexicanos e
incluso a todo el mundo, ya que afectamos la capa de ozono y se aumenta el
calentamiento global.
No implica reducir ciertas cosas,
sino realmente sacrificarnos por ver reflejado el cambio; no contribuir a la
contaminación del aire y tampoco participar en la tala de árboles o daños en
los corales del mar, pues estos son quienes nos proporcionan oxígeno.
Aprovechemos la tecnología y las
cosas que tenemos hoy en día adecuadamente, no dañemos más al planeta Tierra,
todo depende de nosotros.
Vivimos en riesgo constante a
sufrir daños cada vez peores por la situación del aire que respiramos. Todos
podemos hacer algo, aunque sea pequeño y así mejorar las condiciones de vida,
no sólo del D.F. sino de todo México.
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