Marco teórico


Contaminación:

El origen de la palabra contaminación procede del Latín de contaminatĭo, -ōnis) y se refiere a la acción o al verbo de contaminar, corromper o ensuciar. La palabra está compuesta por el prefijo con- (cuyo significado es global), la raíz tag- (significa tocar, manipular) y el sufijo men-, min-.

 Según la Real Academia de la Lengua Española el concepto de contaminación es la acción y efecto de contaminar y un fenómeno que se produce cuando una copia se realiza utilizando diversos modelos discordantes entre sí. La primera es la definición que es usada comúnmente en un contexto habitual.

 The Free Dictionary, define al término contaminación como la acumulación de sustancias en el agua, la atmósfera o el suelo que perjudican su estado y la salud de los seres vivos. Conjunto de sustancias contaminantes presentes en el agua, la atmósfera u otra cosa. Alteración o daño del estado original de pureza o limpieza de una cosa.

 Aire:

Proviene del latín "aer" y esta a su vez del griego "air" que significa "hacia arriba".

Los filósofos griegos (A.C) tuvieron distintas ideas para explicar el significado del aire. Según Anaxímenes, el aire era el principio de todas las cosas, para Empédocles era uno de los cuatro elementos primordiales junto con el agua, el fuego y la tierra.
Pero sólo fue hasta mediados del siglo XVII que Lavoisier junto con otros científicos demostraron que el aire era una mezcla de varios elementos. El aire es un componente natural esencial para el desarrollo de la vida en la tierra, sin él, nuestro planeta estaría muerto y no podrían existir las plantas, los animales ni los seres humanos.

La Real Academia Española lo define como: Fluido que forma la atmósfera de la Tierra. Es una mezcla gaseosa, que, descontado el vapor de agua que contiene en diversas proporciones, se compone aproximadamente de 21 partes de oxígeno, 78 de nitrógeno y una de argón y otros gases semejantes a este, al que se añaden algunas centésimas de dióxido de carbono.

Según Definición ABC, el aire es el resultado de la mezcla de gases que componen la atmósfera terrestre y que gracias a la fuerza de gravedad se encuentran sujetos al planeta tierra. El aire así como sucede con el agua, es un elemento fundamental y esencial para asegurar la continuidad de la vida en el planeta.

El origen de la contaminación se remonta a la prehistoria, cuando los primero pobladores habitaban sus cuevas, se han detectado, según estudios altos grados de hollín por una mala ventilación y combustión de las hogueras.

 Se han detectado concentraciones altas de metales provenientes de civilizaciones posteriores que se dedicaban la forja del metal, el que nace en la Península de Anatolia a partir del 5.000 a.C.

 El punto crítico es la Revolución Industrial cuyo comienzo a finales del siglo XIX se acrecentó a partir del siglo XX. Esta etapa de producción industrial masiva saca la luz problemas evidentes, sobre todo a través de grandes fábricas que empezaron a utilizar de una manera descontrolada combustibles fósiles como el carbón.

 En 1272 Eduardo I de Inglaterra en una proclamación prohibió la quema de carbón en Londres, cuando la contaminación atmosférica en la ciudad se convirtió en un problema.

 En 1881 Chicago y Cincinnati fueron las dos primeras ciudades estadounidenses en promulgar leyes para garantizar el aire limpio. Otras ciudades estadounidenses siguieron el ejemplo durante principios del siglo XX.

 Los Ángeles y Donora (Pensilvania) experimentaron grandes cantidades de smog durante la década del 1940.

La contaminación se convirtió en un asunto de gran importancia tras la Segunda Guerra Mundial, después de que se hiciesen evidentes las repercusiones de la lluvia radiactiva ocasionada por las guerras y ensayos nucleares.

En 1952 ocurriría un evento catastrófico de tipo local, conocido como la Gran Niebla de 1952 en Londres, que mató a unas 4 000 personas.  Este trágico evento motivó la creación de una de las más importantes leyes modernas sobre el medio ambiente: la Ley del Aire Limpio de 1956.
 
Entre los años 1958 y 1960  empiezan a ser documentados las características del problema de la pobre calidad del aire en el D.F. y su impacto en la salud.

Publicación de la primera ley federal para el control de la contaminación en 1972 y de normas que establecen estándares en 1994.

Restricción del uso de vehículos, con el programa “Hoy no circula” en 1989 y la obligatoriedad de la verificación vehicular.

Vigilancia y evaluación de la calidad del aire en el D.F. (la RAMA en 1984 y SIMAT 2000)

En la actualidad a pesar de las campañas que se han expuesto, las condiciones del aire no han mejorado mucho pues si se redujeran los contaminantes se podrían evitar mil 863 muertes al año por enfermedades respiratorias, notificaron diversas organizaciones civiles.

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